El tema de la relación entre el cine y la arquitectura es tan amplio y evocador que las investigaciones que se pueden derivar de su estudio son prácticamente ilimitadas. El cine funciona con un mecanismo de espejo donde podemos analizar nuestros imaginarios colectivos y la apropiación simbólica de los espacios públicos y privados. En él se confirman los roles preestablecidos, la dominación, la definición del otro y los prejuicios de las sociedades actuales. En las películas, sobre todo en los relatos de ficción, constatamos los procesos modernizadores y la forma en la que han afectado a las historias individuales. También se ha documentado la existencia y el uso de arquitecturas y espacios que han desaparecido o se han transformado radicalmente. La arquitectura en el cine ha servido como una especie de laboratorio de exploración para el mundo construido, a veces anticipando el futuro de las formas de la arquitectura y la ciudad; otras, proponiendo espacios para la imaginación que sólo pueden existir en el espacio fílmico. La habilidad del cine para construir su propia arquitectura de luz y sombra, de formas y movimiento, ha provocado una superposición entre estas dos artes espaciales. En la relación entre ambas se definen los límites de cada una. De todas las artes, ha sido la arquitectura la que ha tenido una relación más privilegiada y difícil con el cine.

En esta Bitácora, 7 investigaciones y 3 ensayos exploran las interpretaciones cinematográficas del espacio, la arquitectura, la ciudad y la sociedad, yendo desde la interacción de Mies van der Rohe con el cine abstracto, hasta la construcción de atmósferas en el cine contemporáneo.

DOI: https://doi.org/10.22201/fa.14058901p.2019.40

Publicado: 2018-05-08

Casa Quintana Arrioja: Augusto H. Álvarez y Jorge Flores Villasana

Michelle Rivera García, Arturo Rivera García

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