¡Un tetraedro en mi bolsa!

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Aarón Pérez-Benítez
Rosa Elena Arroyo Carmona

Resumen

A pesar de que el tetraedro es bastante frecuente en la vida cotidiana, una buena parte de la población, incluyendo a muchos estudiantes de nivel superior y medio superior, ignora o ha olvidado no sólo sus características geométricas, sino también su nombre correcto (Arroyo-Carmona, 2005). Por ejemplo, es común escuchar frases como: “déme un jugo de triangulito”, “es un triángulo” o “la pirámide”, para referirse a un producto en empaque tetraédrico o a una forma tetraédrica.1 Al respecto, al buscar en la red dos productos alimenticios que se comercializan en empaques tetraédricos, en sus portales electrónicos a ambos empaques se les menciona como… ¡“triangulares”!. Así, con el fin de contribuir a mejorar la enseñanza-aprendizaje de la geometría tetraédrica se presenta la construcción rápida y sencilla de un tetraedro a partir de una bolsa de plástico.

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