Ciencia y anticiencia en nutrición clínica

Resumen

"Aprestémonos a reverenciar, como cada año lo hace la Academia, la ilustre figura de don Miguel Francisco Jiménez. De inteligencia en sus tiempos calificada como inmensa, pero, además, sencillo, claro y preciso en el escribir, el profesor Jiménez hizo siempre gala de su rebeldía ante la tendencia, generalizada entonces como también hoy, de aplicar ""sin enmienda ni restricción alguna, las doctrinas de los sabios de otros países"". Han transcurrido 150 años desde que al inaugurar sus lecciones de clínica en la Escuela de Medicina expresara: ""Suelen también advertirse los efectos de esa ley extraña, que se descubre con particularidad en las grandes épocas de transición en la marcha del espíritu humano, y que obliga a acariciar con cierta predilección y complacencia los descubrimientos de la época, y a ver con ligereza, si no con desdeñosa frialdad, la rica herencia que nos han legado nuestros padres""."