Introducción

Los medios digitales han propiciado el avance de sociedades de la información a sociedades del conocimiento; se han vuelto catalizadores de procesos de innovación y colaboración social, pues facilitan la creación de redes de apoyo e intercambio, así como el surgimiento de comunidades de aprendizaje virtuales, pertinentes, estables y flexibles. Su papel ha sido vital en la conformación y mejora de una sociedad (Vila, Mengual-Andrés y Robles, 2016) donde se ofrecen opciones educativas más adaptadas a las necesidades y requerimientos de los estudiantes.

Uno de los beneficios de la formación en modalidades no convencionales es, precisamente, su pertinencia para ofrecer espacios de aprendizaje en donde se puede empezar o concluir la educación formal, ya que resulta muy útil para aquellos que, por diversos motivos, no pudieron completar su educación obligatoria o para quienes requieren de esta modalidad por las ventajas que ofrece un aprendizaje autogestivo, más adecuado a las condiciones de su vida laboral, familiar o, incluso, de movilidad física.

Las modalidades de aprendizaje a distancia, como el e-learning, blended learning, movile learning y universal learning, se adaptan mejor a las formas de aprender de estas generaciones de estudiantes cada vez más comprometidas con su formación. En consecuencia, muchas universidades públicas y privadas en México han realizado importantes esfuerzos por incorporar en su currículo diversas ofertas para concluir el bachillerato, en una gradual inserción en el uso de estas modalidades en procesos formativos.

En atención a este proceso (Islas, 2014), se formó en México la Red de Bachilleratos Universitarios Públicos a Distancia (RED), cuyos miembros ejercen la colaboración como la vía más eficiente para compartir y generar mejores espacios educativos que atiendan con pertinencia los requerimientos de una sociedad cambiante.

Las universidades que integran la RED son el Instituto Politécnico Nacional (IPN), la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro), la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), la Universidad de Guadalajara (UdeG), la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Universidad Virtual del Estado de Guanajuato (UVEG).

En cada bachillerato que ofrecen estas universidades el proceso de enseñanza-aprendizaje se sitúa fuera de un esquema tradicional, dado que prevalece la flexibilidad, la apertura y el empleo optimizado del tiempo de cada estudiante. Estos elementos no tendrían un significado claro sin la presencia de las experiencias personales y académicas de cada estudiante. En la interacción que surge de ellas la modalidad a distancia se vuelve su cómplice, su apoyo y, en algunos casos, su motivación principal, la que acaba por impulsarlos no solo a concluir los estudios de bachillerato, sino a aspirar a una licenciatura y a retos mayores.

Por ello, volver la mirada a los estudiantes y a sus experiencias durante su bachillerato permite conocer qué acciones son prioritarias y deben permanecer o cuáles deben ser modificadas.

En este documento, se presenta una serie de videos breves con entrevistas a egresados o estudiantes de los bachilleratos virtuales que imparten las universidades pertenecientes a la Red. En los videos se cuentan pequeñas historias de vida que van conjuntando un tejido de voces a partir de la combinación de códigos de lo que han leído, visto o escuchado; así establecen redes de significados desde sus experiencias (Barthes, 1977; Noval, 2010), lo que Bajtín (1982) llama polifonía.

El análisis polifónico de los videos permite conocer el sentir de los actores para vislumbrar mejores condiciones en la formación en línea. Dar voz a los participantes permite establecer rutas de acción más claras, pertinentes y socialmente aceptadas por sus usuarios.

El estudiar en la virtualidad crea en los estudiantes experiencias de vida diferentes. Por consiguiente, en las entrevistas se plantearon preguntas que giraron en torno a por qué eligieron esta modalidad, sus ventajas y desventajas, así como los aspectos que facilitaron su estadía en el bachillerato y los logros que consiguieron por estudiar en una modalidad no convencional.

De caso en caso, se puede distinguir que entre las experiencias narradas hay más similitudes que diferencias. Y es que, si hablamos de distancia geográfica, diremos que un estudiante de la Universidad Autónoma de Nuevo León se encuentra lejano de su par en la Universidad Autónoma de Yucatán; pero es solo cuestión de kilómetros, puesto que de polo a polo del país las coincidencias en la visión referente al bachillerato son cercanas, similares y vinculan a pesar de la distancia territorial.

Los relatos convergen en emociones e historias de esfuerzo, caídas y logros. Muestran la trascendencia de la educación en la vida de un estudiante que elige una modalidad que favorece y promueve su capacidad académica, y en la que es un agente activo, responsable de su proceso educativo, partícipe e integrante de su comunidad universitaria. Lo anterior se resume en que el éxito o fracaso de un bachiller que elige una modalidad innovadora depende en gran medida de su propio desempeño; pero también de la capacidad de los docentes e instituciones educativas para transmitirle que es un actor fundamental en un mundo compartido donde construye su futuro y el de su comunidad.

Más allá de sugerir que cada bachillerato cuenta con particularidades en sus programas o en su manera de acercar los contenidos a los estudiantes, el objetivo es encontrar las concordancias entre los alumnos que, sin conocerse, conceptualizan sus experiencias a través de similitudes que surgen natural y, curiosamente, concordantes.

A continuación, se comparten los videos de las experiencias de cada universidad:

• En este video, Ana Karen Mercado Castellanos, egresada del Bachillerato General por Áreas Interdisciplinares del Sistema de Universidad Virtual de la Universidad de Guadalajara, cuenta su grata experiencia de aprendizaje con recursos multimedia en la modalidad virtual que le formó disciplina y dedicación para continuar su preparación: https://youtu.be/ukXuWywjm0s

• Zauriel Martínez cursó el bachillerato en la Universidad Virtual de Estado de Guanajuato (UVEG). En el video, comenta el valor de la flexibilidad del tiempo en esta modalidad, lo que le ha permitido dedicarse también a la escritura y la música, dos de sus pasiones en las que también empieza a triunfar: https://youtu.be/eHL4a-ALp_I

• Édgar Jesús Hernández Téllez, egresado de B@UNAM de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y que actualmente reside en Gyermely, Hungría, nos comparte su experiencia como estudiante de esta modalidad virtual: https://youtu.be/CocmIDnJmDs

• Édgar Melchor, de 32 años, comparte su experiencia al compaginar su trabajo y estudiar en la Preparatoria a Distancia en la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL): https://youtu.be/9y2a35nAATI

• Olga Margarita Rivera Organista, de 49 años y egresada del Bachillerato Virtual de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGRO), cuenta su tránsito por esta modalidad: https://youtu.be/WTsfDpKcaF4

• La también egresada María Cristina Martínez Carbajal, quien cursó el Bachillerato Universitario a Distancia en la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), narra lo siguiente: https://youtu.be/fAZlDNejvdk

• Daniela Toro Castillo, de 16 años, practica el ballet y la música clásica, toca el piano y es integrante del coro del Centro Musical “José Jacinto Cuevas”. Se está preparando para ingresar a la Escuela Superior de Artes en Yucatán. Ella comenta por qué eligió esta modalidad virtual para cursar su bachillerato en la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY): https://youtu.be/BDIIUo0Z-Sk

• María Vianney Roldán Chávez, ama de casa y ahora egresada de Técnico en Comercio Internacional del Instituto Politécnico Nacional (IPN), habla sobre cómo pudo concluir su bachillerato gracias a esta opción que permite la optimización del tiempo y obliga a ser más disciplinados en la formación: https://youtu.be/RYR0bIbz6FA

• De igual manera, Adelita Pérez Payán comenta puntos relevantes acerca de su paso por el bachillerato virtual de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS): https://youtu.be/yQD5CKXLrSg

• José Ignacio Torres, de 19 años, quien es miembro de la selección de Jalisco de Tae Kwon Do y se ejercita en este deporte dos veces por día, explica lo importante que ha sido compaginar el deporte con su vida académica. Actualmente es alumno del Bachillerato General por Áreas Interdisciplinares en el Sistema de Educación Media Superior de la Universidad de Guadalajara (UdeG): https://youtu.be/TmcwJnOZzmI

 

 

Conclusión

Las experiencias compartidas nos demuestran que el bachillerato a distancia se considera una modalidad que se caracteriza por permitir al alumno realizar un mayor número de actividades en comparación con una modalidad presencial. Por ello, cursar un bachillerato en línea o mixto ha resultado una experiencia motivadora y enriquecedora, que permite organizar el tiempo del estudiante de acuerdo con sus necesidades y ritmo.

Cada vez un mayor número de alumnos optan por un bachillerato que no demande tiempo presencial, que promueva la autodisciplina y que amplíe la visión acerca del mundo y de la trascendencia de ser un ejemplo que motive a los demás a no claudicar y seguirse preparando en una opción fuera del aula. Esta modalidad da la oportunidad de cumplir metas y lograr objetivos que, en otro momento, parecían imposibles. Nunca es tarde, sugieren los estudiantes, y no lo será mientras existan oportunidades para quienes, por el paso del tiempo, consideraban que no las tenían.

Debe ser un imperativo de las universidades incrementar la cantidad y calidad de opciones que ofrecen formación a distancia, así como innovar permanente y sistemáticamente. Al parecer, esta es la única constante en la sociedad del conocimiento.