Costumbres funerarias en el Conchalito, La Paz, Baja California Sur
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Resumen
La forma de inhumación más común en el sur de la península de Baja California, consiste en entierros humanos secundarios pintados con rojo ocre, envueltos en fibra u hoja de palma, atados con cordeles y depositados en cuevas de techo bajo. Recientes estudios arqueológicos en un conchero localizado en la Ensenada de La Paz, El Conchalito, han revelado un nuevo sistema funerario: el seccionado. Diez años de estudio han permitido establecer que los conchalenses enterraban a sus muertos dos veces, la primera ocurría en el momento de la muerte, cuando el cuerpo previamente amortajado en forma flexionada, era depositado en una fosa poco profunda en la que ya se había colocado una capa o “cama de conchas” y en ocasiones objetos de uso personal. Después de alrededor de 6 a 8 meses, el cuerpo era exhumado y durante una ceremonia se procedía a seccionar el cadáver generalmente en dos partes. Para dividir el cuerpo no se utilizaban instrumentos de corte, sino que se aprovechaba el natural proceso de putrefacción, mecanismo que ya se tiene perfectamente documentado. La unión de estudios históricos y etnológicos permite establecer que esta costumbre funeraria se enmarca dentro de la visión cosmológica del modelo de la doble inhumación
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