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Douglas Rushkoff Survival of the richest. Escape fantasies of the tech billionaires W. W. Norton & Company, 2022, 221 pp.

 

En una ocasión, estando en una reserva ecológica, leí un letrero en uno de los senderos por los que transitaban los visitantes que decía: “No hay planeta B”. Era una metafórica llamada a meditar sobre las consecuencias irreversibles que nuestra actuación sin duda tendrá so bre la biosfera.

Durante el último par de siglos del vertiginoso desarrollo de nuestra civilización, buena parte de la humanidad se ha comportado siguiendo las líneas de lo que se conoce como “La tragedia de los comunes”. Es un enunciado de las ciencias económicas con ciertas implicaciones en la ecología, la cual postula que los recursos comunes, cuyo acceso no está regulado por reglas formales, tienden a agotarse. Así, partes sustanciales de nuestro medio ambiente han sufrido un dete rioro que comienza a amenazar nuestra exis tencia misma. Las ganancias alcanzadas por conducto de ese deterioro no se distribuyen con equidad entre todos los miembros de la especie y solo una pequeñísima minoría profita de tales beneficios.

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Mientras la mayoría de los seres huma nos albergamos serias preocupaciones sobre el porvenir de nuestra casa común y exigimos a gobiernos, tomadores de decisiones y a los líderes de los grupos de poder que actúen con urgencia en favor del bien común, ¿cuál es el Plan B de los súperricos del planeta?

Como salido de un tecno-thriller, Douglas Rushkoff nos describe en su libro la manera en que por un pago equivalente a un tercio de su salario anual como profesor, fue invitado a un lujoso resort en medio del desierto por cinco hombres ultra ricos para asesorarlos sobre cómo sobrevivir al colapso de la civilización que ellos mismos estaban provocando con su actuación.

Las preguntas que urgían respuesta eran: ¿qué lugar es mejor Nueva Zelanda o Alaska?, ¿cuál región será menos impactada por la crisis climática en ciernes?, ¿cuál amenaza es peor, el cambio climático o una guerra biológica?, ¿cuánto tiempo se debe planificar para poder sobrevivir sin ayuda externa?, ¿cómo mantengo la autoridad sobre mis fuerzas de seguridad después del “Evento”?

El “Evento” es un eufemismo muy frecuente para designar sucesos como un colapso ambiental, una guerra nuclear, un virus incontrolado o hackeo malicioso de sistemas de cómputo que deshabilite completamente nuestras sociedades.

El sustento de la actuación de esta élite superpoderosa es descrita por Rushkoff (un profesor de teoría de los medios y economía digital, quien se describe a sí mismo como un teórico marxista) a través de una certeza similar al mindset de los grandes gurús de Silicon Valley, esa certidumbre de que pueden desa rrollar una tecnología que de alguna manera romperá las leyes de la física, la economía y la moralidad, para ofrecerles algo incluso mejor que una forma de salvar el mundo: un medio de escape del apocalipsis que su propio des empeño genera.

Esta dinámica es descrita en el capítulo 1 de su libro como la ecuación de aislamiento: ¿puedo ganar suficiente dinero haciendo X para aislarme de los efectos de hacer X? En la pregunta anterior “X” representa contaminación oceánica, nuclear o química; manejo inadecuado de virus peligrosos; arriesgadas e irresponsables maniobras financieras que pueden llevar a la economía mundial al colap so, etcétera.

Una de las conclusiones fundamentales del libro de Rushkoff es la exoneración de los métodos científicos como fuerzas dañinas de la sociedad. La ciencia en sí misma no debe ser inculpada por la forma en que algunos la utilizan. La respuesta correcta es condenar los usos inmorales de la misma, no a la propia ciencia.

El libro Survival of the richest, con un título alegórico al famoso mantra darwiniano es una lectura muy pertinente para los tiempos que transcurren, donde los algoritmos de inte ligencia artificial como ChatGPT resucitan de nuevo las peores pesadillas asociadas con la máquina de vapor de la Revolución industrial, poniendo a la capacidad creadora de la conciencia humana postrada frente a sofisticados diseños digitales cuya propiedad intelectual es reivindicada por una ínfima minoría de nuestra especie.