DOI:10.22201/fq.18708404e.2018.4.67400
Con este ejemplar acabamos los números de este año, que ha sido interesante porque entre otras cosas la revista estuvo de aniversario. Además cambiamos de plataforma editorial y regresamos a ser editados por nosotros mismos, con el apoyo de la Subdirección de Revistas Académicas y Publicaciones Digitales de la Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial (DGPyFE) de la UNAM. Esta nueva plataforma nos ha permitido procesar los artículos, a veces con algo de retraso, pero finalmente aquí estamos, con este último número del año que sale a la luz en tiempo y forma.
Al ver el índice podemos ver que el contenido es "muy experimental". Contiene muchas ideas para hacer experimentos y prácticas de laboratorio, lo cual está muy bien porque finalmente todos coincidimos en que la química es una ciencia experimental. Encontraremos en estas páginas una herramienta informática para coordinar las prácticas de laboratorio que se acompañan con estrategias de aprendizaje experimental. También hay experimentos para separar y analizar carbonatos, fosfatos y cromatos que pueden emplearse en un curso de inorgánica. Otro de los artículos nos muestra cómo enseñarle a nuestros alumnos a determinar la fecha de caducidad de un antibiótico, un problema de actualidad y sin duda interesante. Hay una clase práctica sobre el magma de hidróxido de magnesio, y una propuesta didáctica para trabajar la reacción química en el bachillerato.
Además tenemos propuestas sobre la enseñanza experimental desde Colombia y desde la Universidad de Los Andes. Se presentan ideas que son originales, y aunque la química es universal, las visiones cambian lo que le da frescura a la docencia de la disciplina. Por último podremos encontrar un análisis del andamiaje que puede utilizarse para planificar la investigación científica en educación secundaria. Con esto cubrimos muchos temas, diversas áreas y sobretodo, distintas actividades que pueden hacerse con estudiantes adolescentes y adultos jóvenes.
No podemos dejar de recordar en este mes de octubre, que se cumplen 50 años de la matanza de Tlatelolco. Reunidos en la emblemática Plaza de las Tres Culturas un 2 de octubre, los estudiantes se junatron después de una manifestación. Eran jóvenes mexicanos y mexicanas que luchaban desde sus ideales porque este fuera un mundo mejor … ¡y los mataron!... Por causas aún no del todo esclarecidas ¡los mataron! Todavía no se nos pasa ni la tristeza ni la rabia, y no se nos pasará nunca la indignación. No nos queda más que seguir sin olvidar, sin dejar de pelear desde las aulas para que esta sea una mejor sociedad.
2 de octubre. ¡Ni perdón, ni olvido!
Ana Martínez Vázquez