El libro 25 Years of Ed Tech de Martin Weller, publicado en 2020 por Athabasca University Press, nos invita a dar un sobrevuelo a través de 25 años de algunas innovaciones tecnológicas que han tenido gran impacto en la educación. Uno de los objetivos del libro, según el autor, es proporcionar material histórico para quienes van llegando al campo de la tecnología y podrían no encontrar fácilmente una retrospectiva, una narrativa histórica crítica acerca de la tecnología educativa en los últimos 25 años.

El primer capítulo nos sitúa de inmediato en el problema de la pérdida de la memoria; una amnesia histórica —afirma Weller— permea el discurso en torno a la historia de la tecnología. El autor seleccionó cada aspecto, no por el momento en el que surgió, sino por el año en que dejó huella, cuando se hizo memorable en el mundo educativo. Por ejemplo, el capítulo 5, “La Web”, es el concepto seleccionado para el año 1995, y no 1989, año de su invención. Por su parte, “E-learning” se aborda en el capítulo sobre 1999, y no se refiere al surgimiento, sino al año en que nos fue ya francamente imposible detener la aparición de la “e” frente a todo concepto que se quisiera identificar con lo digital o con Internet.

Los capítulos nos conducen, a manera de álbum fotográfico, a través de conceptos como la historia de la comunicación mediada por computadora (1996), las wikis (1998), los objetos de aprendizaje (2000), los blogs (2003), la Web 2.0 (2006), Second Life y mundos virtuales (2007) o los e-portafolios (2008). Recordamos, junto con el autor, cómo los objetos de aprendizaje, en su fugaz momento de auge, tuvieron una amplia aceptación, seguida de un rápido declive a causa de lo que Weller describe como “subestimar la complejidad del aprendizaje y sobreestimar la buena calidad de estos objetos.” (p. 62). Aun cuando pareciera que los objetos de aprendizaje no tuvieron un exitoso camino ascendente como innovación, finalmente sí hubo un impacto en otros aspectos: interés en los derechos de autor o el posterior surgimiento de los recursos educativos abiertos; es decir, en ocasiones —demuestra Weller— una tecnología impacta de formas inesperadas y acaso más profundas que las anunciadas por tecnólogos y gurús TIC.

Weller observa que frecuentemente se crean expectativas enormes sobre el potencial disruptivo de determinadas tecnologías o conceptos, las cuales casi nunca se logran en los hechos. Sin embargo, un aspecto más transformador y del que casi nunca se habla es el hecho de que estas tecnologías ponen en cuestión creencias o premisas que pensábamos inamovibles. Por ejemplo, en el libro se comenta la llegada de las herramientas que hicieron viable la comunicación entre particulares por medio de videoconferencias. En el campo educativo, al usar esta tecnología, los docentes nos vimos en la necesidad de preguntarnos el mejor momento para su empleo; replantear si debíamos evaluar este tipo de comunicación o no; si la debíamos considerar comunicación formal o informal o si más allá de su uso para educación en línea, se trataba también de un elemento útil y con amplio potencial para las clases tradicionales.

Capítulos más adelante se abordan, claro, las redes sociales (2009), los MOOC (2012), la analítica del aprendizaje (2014) o la inteligencia artificial (2016), temas que cuentan ya con una trayectoria para recordar y analizar.

Como visión a futuro para los siguientes 25 años, el autor afirma que si bien la tecnología probablemente estará cada vez más presente en todas la áreas y aspectos de la educación, no deberíamos esperar grandes cambios, como no los ha habido hasta ahora: “Todo cambia y al mismo tiempo permanece igual” (p. 186). El libro es un llamado a no esperar que la tecnología educativa provoque mágicamente los cambios disruptivos que anuncian sus comisionistas, y a afinar la lente para identificar esas sutiles y menos evidentes innovaciones que sí están ocurriendo y que realmente provocan ruptura, cambio, movimiento.

Un libro desde lo abierto y en abierto

Esta obra tuvo su origen en una serie de entradas de blog y es afortunado que ese formato abierto de origen se conserve con diversas acciones:

• El libro se puede descargar de forma gratuita, en formato PDF desde el sitio de AUPress.
• Una serie de podcast acompaña la lectura del libro en dos sentidos. Por un lado, invitados especiales participan con la lectura en voz alta de los capítulos, y por otro, existe un podcast donde se comenta cada tema con la participación de actores y personajes relevantes del año en cuestión.
• También, en concordancia con el formato abierto del libro, la portada es una invitación a la modificación y recreación. El lector puede realizar su propia adaptación para mostrar aquello que ve como relevante, desde su propia mirada, a lo largo de estos 25 años. Aquí un ejemplo de esta adaptación:

En la Revista Mexicana de Bachillerato a Distancia, por cierto, con el número actual, también hemos visto pasar 25 números que registran estas mismas innovaciones a través de lentes que miran en español y desde nuestro contexto. ¡Felicidades, RMBD!