Introducción

En el presente artículo se expondrá muy someramente la manera en la que durante el primer periodo del ciclo escolar 2020-2021 se vieron reflejados los lazos de colaboración existentes entre las diversas unidades y modalidades de bachillerato de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), tras las adaptaciones que se tuvieron que efectuar para continuar con la labor educativa en el confinamiento requerido por la pandemia de COVID-19.

Para conocer al respecto, se elaboró un cuestionario dirigido a docentes del Bachillerato Virtual (BV). En la mayoría de los casos asumen distintos roles: coordinadores de academia a nivel estatal, coordinadores de academia de UA, diseñadores de cursos, asesores, tutores y, además, laboran en diversas modalidades. La finalidad de que nos compartieran su experiencia y la interrelación que se ha venido dando entre el ecosistema de aprendizaje de los bachilleratos de nuestra universidad; así como su opinión acerca de la aplicación de lo aprendido en el BV en otras modalidades.

Presentación de experiencia de docentes

El subsistema de bachillerato de la UAS se conforma de 108 planteles, el cual posee 42 unidades académicas, 57 extensiones y 9 grupos desplazados. Atiende a 41.8 % de la matrícula estatal de este nivel, constituyéndose así en el segundo estado con mayor cobertura educativa del país, para Bachillerato (Guerra, 2017, pp. 19-20). La distribución de la matrícula se muestra en la siguiente tabla:

Tabla 1. Distribución de Matrícula General por Modalidad. Fuente: Coordinación General de Planeación y Desarrollo, 2021, p. 15.

El cuestionario en mención se les hizo llegar a los docentes del BV vía correo electrónico y las respuestas se recibieron por ese mismo medio y por WhatsApp. Dicho instrumento aborda aspectos que nos brindan un panorama acerca de su entorno personal de aprendizaje (EPA) y de la interrelación existente entre los bachilleratos de la UAS. Aquí se muestran algunas de sus opiniones:

1. Adecuaciones que se desarrollaron para continuar con su trabajo ante la pandemia y si recibieron alguna capacitación para llevarlas a la práctica

Se puede rescatar que para el caso de los coordinadores de academia a nivel estatal, los Bachilleratos Presencial, Semipresencial y Nocturno se estuvieron realimentando con la experiencia que ellos poseían de su práctica docente en el BV. Lo mismo sucedió con los asesores hacia las otras unidades académicas en las que laboran. En lo referente a la capacitación, hubo consenso en que no se requirió, salvo en un par de ocasiones para el uso de aplicaciones específicas y cuyo manejo resultó semejante a otras que ya habían utilizado para el BV, con lo que el proceso de familiarización fue más fácil.

2. Herramientas tecnológicas que utilizaron y si los alumnos ya sabían emplearlas

Señalaron que las principales herramientas tecnológicas de las que se dispuso fueron Moodle, Google Classroom, Zoom, Google Meet, Facebook y WhatsApp. También manifiestan que algunos docentes no poseían habilidades para su uso y se tuvo que recurrir a varios medios para su capacitación.

3. Diseño de las actividades y productos de aprendizaje, así como selección de materiales y recursos tecnológicos a utilizar

Mencionaron que se sugirió dosificar las actividades del libro de texto y se acompañaron de videos, y sesiones grupales de asesorías por videoconferencia. También se hizo uso de actividades y productos previamente indicados en programas de estudio y diseñados en guías de aprendizaje del Bachillerato Semipresencial, Presencial y del BV. Cabe mencionar que la selección de herramientas se hizo de acuerdo con lo recomendado por los responsables del diseño del programa.

4. Asesoría

Los docentes coincidieron en que el proceso de asesoría se realizó a través de WhatsApp, Facebook, Zoom, Google Meet, llamadas telefónicas y mensajería en plataforma, a través de mensajes de texto, audio y video, así como compartiendo materiales de apoyo. Existió una gran apertura de tiempo y horario, y en muchas ocasiones incluso interactuaron con los padres de familia.

5. Formación y actualización docente

Se llevó a cabo mediante cursos presenciales (75 %), cursos en línea (80 %), autoestudio (85 %), participación en reuniones colegiadas (80 %) y asistencia y participación en eventos académicos (75 %).

6. Experiencia didáctico-pedagógica y técnica en el BV

Respondieron que desde que empezaron su colaboración en el BV recibieron formación y después adquirieron experiencia en los aspectos didáctico-pedagógico y técnico, lo cual les permitió aprender a utilizar la plataforma Moodle, desempeñarse como asesores, diseñar cursos, integrar aspectos socioemocionales y, sobre todo, cómo promover una mejor interacción con los alumnos.

7. Utilidad de la formación que han recibido en UAS Virtual para trabajar en la modalidad a distancia

Coincidieron en que su formación en el BV les ha sido muy útil, ya que les proporcionó las herramientas necesarias para el trabajo en línea con mayor seguridad y eficiencia. Además, les resultó sencillo motivar a los estudiantes para realizar las actividades pues saben que deben dirigirse a ellos con instrucciones detalladas y claras, y proporcionarles los materiales requeridos. La comunicación con los estudiantes les fue sencilla ya que contaban con el conocimiento de la utilización de diversas herramientas. Otra ventaja es que sabían plantear las actividades necesarias para desarrollar la competencia sin necesidad de saturar a los alumnos con tareas innecesarias. Sin lugar a dudas, la mediación para ellos fue más sencilla.

8. Situaciones importantes al impartir clases en línea para la modalidad presencial, semipresencial o nocturna durante la contingencia, después de la experiencia en el BV

Con respecto al trabajo con docentes en línea, expresaron que ocurrió algo similar que con aquellos que laboraron con estudiantes que nunca habían tomado clases en línea: tuvieron que enseñarles y se percataron del reto que es aprender de manera autogestiva, darse tiempo para realizar las actividades de aprendizaje, y sobre todo, saber dosificarlas para evitar saturar de trabajo a los estudiantes, que es algo que ocurre frecuentemente en el sistema presencial.

También manifestaron que dicho trabajo les ocasionó mucho estrés. Consideran que es indispensable que el docente, independientemente de la modalidad en que se desempeñe, cuente con competencias docentes y digitales para enfrentar cualquier tipo de contingencia en el proceso de enseñanza, dentro o fuera del aula. Dejaron en claro que no es necesario un ambiente físico áulico para que el estudiante sea formado con calidad.

9. Apoyos útiles de BV

Todos los profesores respondieron que los conocimientos adquiridos en el BV les sirvieron para apoyar o formar docentes de las otras modalidades. Debido a que en la plataforma había actividades pero no material didáctico, tomaron como base el que desarrollaron en el BV y añadieron el que requerían. Cuidaron también la redacción de las indicaciones proporcionadas a los alumnos. En ocasiones, el plan de trabajo así realizado se usó como ejemplo para otros docentes.

10. Diferencias, ventajas y desventajas en la práctica docente en las diversas modalidades

Los docentes coincidieron en que sí hay diferencia en la práctica docente de una modalidad a otra, ya que en el BV los cursos están diseñados y los alumnos se evalúan de la misma forma, con la ventaja del registro de sus notas en el calificador, además de que el programa se cubre totalmente. Por su parte, en la modalidad presencial cada docente avanza a su ritmo, hay quienes no abordan algunos temas y no evalúan con los mismos criterios. A partir de su experiencia al incursionar en el trabajo en línea, sus compañeros les comentaron que consideran que es más demandante, además de que desconocen el uso de herramientas digitales.

Conclusiones

Los maestros del nivel medio superior de la Universidad Autónoma de Sinaloa que laboran en modalidades donde se imparten clases presenciales, transitaron de una educación cara a cara a otra donde el uso de las tecnologías de la información y comunicación y los EPA tomaron un valor muy importante para dar clases en línea prácticamente de forma súbita y emergente, debido a la pandemia por COVID-19. Ante esta situación, los lazos de colaboración entre programas y modalidades se hicieron presentes según testimonios de los docentes que expresan que los conocimientos y experiencias obtenidas en el BV les fueron de mucha ayuda en el diseño de actividades, estrategias, materiales y uso de herramientas para las otras modalidades educativas, como sucede en los ecosistemas de aprendizaje. En concordancia con lo anterior, la tecnología no debe sino adaptarse y servir para que podamos contar con los recursos que puedan ser más adecuados a cada contexto y situación y resultar flexibles para adecuarse a las especificidades de nuestros destinatarios. Ello se hizo latente en esta brutal paradoja por la que ha estado pasando el sistema educativo ante la pandemia, tratando de coexistir, de adoptar y adaptar abruptamente lo que ofrece la educación en línea.

Anexo / Cuestionario para Docentes