Es muy grato presentar a ustedes los testimonios de la comunidad universitaria que integran el libro titulado La vida en los tiempos del coronavirus, editado por el Bachillerato a Distancia (B@UNAM) de la Coordinación de Universidad Abierta, Innovación Educativa y Educación a Distancia de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Las historias de profesores, alumnos y exalumnos B@UNAM narran el impacto que tuvo y sigue provocando en sus vidas la pandemia de SARS-CoV-2. Son testimonios llenos de momentos entrañables de dolor, optimismo y angustia; de encuentros y desencuentros; replanteamientos de metas y, sobre todo, colmados de esperanzas.

Los relatos personales nos abren su corazón para mostrar que, a pesar de los daños por la COVID-19 en nuestro país, los miembros de la comunidad universitaria buscaron cómo enseñar y aprender en medio de un cambio social que afectó radicalmente su existencia cotidiana.

La crisis económica causada por la cancelación de la movilidad social afectó principalmente a los estudiantes a distancia. Algunos describen cómo ellos, o sus familiares, perdieron negocios o empleos y la forma en la que enfrentaron ese quebranto, ahorrando lo más posible, disminuyendo gastos o buscando estrategias para conseguir los ingresos que les permitieran subsistir y estudiar.

No obstante la angustia por sus dificultades, las historias nos dicen que nunca se rindieron. La resiliencia de los universitarios, de todos los mexicanos, es enorme y admirable, y se aprecia plenamente en las narraciones compartidas.

El confinamiento obligado para evitar contagios suscitó también ansiedad, estrés y depresión. La necesidad de convivir en un mismo espacio durante la cuarentena generó, según se relata, desencuentros y conflictos intrafamiliares.

Sin embargo, también se describe que esos problemas condujeron a plantear la tolerancia, a encontrar modos de entenderse y a redescubrirse entre las familias. Son muy emotivas las historias que hablan de cómo se cuidó a los abuelos o a los padres; de las rutinas para leer, jugar y ver series o películas con los hijos; de cómo aprovechar el tiempo en casa para atender a sus mascotas o de llevar a cabo actividades que deseaban aprender.

Asimismo, se menciona la difícil experiencia física y psicológica de haber padecido COVID-19 durante los primeros meses de la pandemia y los efectos de las secuelas. Llama la atención la amorosa atención a los demás, al aislarse por varios días con la angustia de pensar que podían haber infectado a sus seres queridos. La prioridad del cuidado de los hijos y la familia se observa en casi todas las narraciones.

Varias historias cuentan que, aun con la gravedad de la epidemia de coronavirus en México y el número de muertos, el aislamiento social representó una oportunidad para mejorar y aprender. Algunos se dieron a la tarea de cocinar, de ayudar a su familia en labores del campo, a fortalecerse físicamente con rutinas de ejercicios en Youtube, a apoyar en actividades comerciales o a aprovechar el tiempo para leer y cultivarse, aunque, como se dice en uno de los relatos, fue muy significativo, desde la distancia, recibir un “Hola, ¿cómo estás?”.

Desde el plano académico, es admirable el trabajo de los profesores que pusieron su empeño para llevar el aprendizaje a sus estudiantes. Ante la incertidumbre que causaba el adentrarse en la impartición de la educación remota de emergencia, los docentes que dieron sus lecciones en la modalidad presencial o abierta tuvieron que innovar, aprender de manera rápida aplicaciones y programas para ponerlos a disposición de los alumnos y asegurar la comunicación permanente que evitara la reprobación y el abandono de la escuela.

Durante la pandemia la innovación tecnológica y educativa se manifestó con la utilización de redes sociales, como Facebook y WhatsApp, para propiciar la interactividad profesor-alumnos; en el uso de programas como Skype para las sesiones de video en vivo; en la creación de recursos digitales de aprendizaje y en el análisis de películas y series para animar el aprendizaje lúdico de los alumnos.

Aunque pasaron condiciones económicas difíciles, los estudiantes buscaron siempre continuar con sus clases en cualquier momento disponible y con los recursos tecnológicos que tuvieran a su disposición.

Puede decirse que la colección de testimonios seleccionados por el B@UNAM en este libro expresa la memoria viva, comprometida y resiliente de los universitarios durante una dramática etapa de la humanidad, no exenta de retos, oportunidades y aprendizajes que deberían recuperarse institucionalmente para planear la educación futura, la cual ya no es la misma luego de la aparición de la COVID-19 en diciembre de 2019.