La conflictiva actual de nuestro tiempo es percibida y experimentada por el sujeto social desde su mundo cultural y simbólico, es decir desde su muy particular espacio y practicas cotidianas tanto individuales como sociales; referentes y vivencias que organiza conforme a marcos culturales, estructuras organizativas y relacionales que se construyen en el barrio, la localidad, el territorio donde se tejen y articulan procesos históricos y sociales, que dan cuenta de un modo de vida, de una forma de ser y pensar, de hacer sentidos de pertenencia, lazos y de hacer comunidad. En la dinámica misma se entrelazan procesos relacionales afectivos, organizativos y simbólicos que representan estructuras potenciales para la construcción del colectivo como estrategia sustancial para enfrentar problemas sociales.